Antes de
animarme a ir hasta la puerta tengo que pasar por la muda. ¿Voy porque me
gustan sus historias nada más? ¿De dónde viene el olor de sus rodillas? Es
imposible que use cremas, yo llevo varios días acá y ni siquiera la vi ir al
baño, no había pensado en eso hasta ahora ¿Cuándo va? ¿Cómo hace? Sus rodillas
despiden algo suave que no puede ser perfume, no hay nada de eso en este lugar,
pero decir olor tampoco sería correcto, olor es algo violento, aroma sería más
adecuado. Aunque aroma sugiere café, sugiere rosas en verano. Esto es
completamente distinto: es su piel increíblemente suave. Parece una nena a
veces, parece muy vieja otras. Tengo que ubicarla en una edad, es una mujer en
el centro justo. Le doy treinta y cinco, ni más ni menos que eso.
Tiene el pelo oscuro, largo y enredado. Muy largo: mojado y
peinado le debe llegar por debajo de la cintura.
Ahora está parada, levanta un pie muy despacio y lo va subiendo
hasta que el muslo y la pantorrilla hacen un ángulo recto, después lo empieza a
bajar. Lo hace muy lento y a veces a destiempo, es un falso tic.
En realidad parece relajada, completa, llena, algo así. Pienso que
me toma el pelo haciéndose la loca. Pienso que me observa con sus ojos
entre-cerrados ¿Me estás mintiendo, mudita? ¿No será que no te falta nada en
realidad? ¿Por eso no decís ni una palabra?
Sigue con su tic lento, impostor: se está mostrando. La armonía de
su cuerpo es muy exacta, es una mujer blanda pero bella. Su pelo la hace
parecer salida de la selva, la piel tan blanca la inclina al siglo pasado. Me
acerco y la tomo muy suave por los hombros. Ella retrocede sin soltarse,
llevando el mismo tic de subir y bajar las piernas hacia atrás, hasta que la
dejo caer, siempre muy suave, boca arriba en la cama. Parece amorosa la
escena, tal vez lo sea: nunca hice nada más amoroso que escucharla.
SEÑORES
PASAJEROS
Estamos transitando
el otro lado de la luna
como
pueden ustedes no ver
aquí
está oscuro
lo
cual no implica que no haya diferencias
solo
que de este —el otro— lado de la luna
para
creer deben tocar
sacar
la mano por la ventanilla señores pasajeros
no
teman violar la prohibición escrita sobre el marco.
Pueden
tomar de souvenir si lo desean
algo
del queso este que no es producto de las vacas
atrapen
el presente con sus manos
si
es que desean
que
no vuelvan vacías al lado iluminado.
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